domingo, 21 de junio de 2015

La foto soñada

Trato de que no me ciegue la euforia, pero hace un rato viví en el estadio de Gran Canaria uno de los días más bonitos de mi vida. En el descanso le comentaba al jefe de Deportes de Canarias 7, Nacho Acedo, que una afición como la de Unión Deportiva Las Palmas tenía que estar siempre en Primera División. Lo de esta tarde ha sido apoteósico. Bendito fútbol cuando los resultados juegan a tu favor y te permiten curar las heridas del pasado. Hace un año salí con mi padre de ese estadio después de vivir uno de los peores momentos de mi vida. Hoy he compartido la alegría del ascenso. Nos abrazamos como niños (en el fútbol todos nos abrazamos como en el patio del colegio). Él estuvo toda la segunda parte pendiente de que no me diera un infarto. Así estaba yo cuando iba con él al fútbol en los años setenta. Hoy nos hemos abrazado como no creo que lo hayamos hecho nunca. No hizo falta que dijéramos nada. Estoy seguro de que los dos recordábamos al abuelo Santiago. Les juro que vi llorar a decenas de personas cuando el árbitro pitó el final del partido. Seguro que también estaban pensando en todos sus ausentes. Disfrutemos de este hermoso día, uno de esos días inolvidables.

No hay comentarios:

Publicar un comentario